Sr. Presidente, la sociedad hubiese estado dispuesta a cumplir medidas necesarias ante la llegada de una nueva ola. El fracaso del manejo de la pandemia con medidas interminables, que no tuvieron en cuenta la economía de las familias que deben ganarse el sustento con su trabajo, oficio o profesión, hace imposible seguir por ese camino.

Sr. Presidente, alterar el sistema educativo puede tener buenas intenciones desde lo sanitario, pero Ud. tomo la decisión estratégica de vacunar prioritariamente a los docentes con la finalidad de que la presencialidad de los estudiantes fuera innegociable.

Las relaciones carnales con algunos de los gremios, primaron sobre el derecho a la educación que fue vulnerado con medidas poco razonables en la extensión del tiempo, y que pese al enorme esfuerzo realizado por los docentes no fue suficiente y hoy ya se encuentra al límite de lo tolerable, con consecuencias desconocidas que nos lleva a afirmar que nos encontramos ante una clara emergencia educativa. Todos los argentinos sabemos las responsabilidades nada sencillas que están bajo su órbita, pero Ud. es el capitán de este barco, ya no hay margen de tolerancia en medidas que no van a subsanar los fracasos arribados como consecuencia de decisiones que lamentablemente se vuelven a implementar.

Foto gentileza: Chacabuco en Red